Estar de vacaciones, no es sinónimo automático de relajación ni de reducción del estrés, para que esto sea efectivo es necesario considerar que nuestros niveles de tensión se asocian no sólo al hecho de estar trabajando, sino también a la forma en que vivo y administro mis tiempos libres.
Es este artículo queremos invitarte a que el gran protagonista de tus vacaciones seas tú y tu autocuidado, para lo que te recomendamos dedicar un tiempo diario a tu reposo y relajación, tanto física como mental.
Lo primero es saber que para reducir el estrés debemos comenzar por reducir la tensión física. Una manera sencilla dice relación con movilizar las articulaciones, elongar o realizar automasajes en grandes grupos musculares, eliminando la tensión. Asimismo, es recomendable ejercitar una respiración baja, serena, pausada y lenta que nos lleve a la relajación y a la mayor oxigenación del organismo.
Otra herramienta muy útil es la atención completa; “mindfulness” o atención total al momento presente. Esta técnica, a través de diversas actividades cotidianas, nos enseña a vivir la vida en el presente, darnos tiempo, disfrutar de lo que está pasando aquí y ahora.
Pero, entre todas, la técnica por excelencia para combatir el estrés es la relajación.
La relajación es el arte de evitar la tensión. La relajación se basa, principalmente, en la ausencia de tensión corporal, lo que a su vez disminuye la actividad mental y nos lleva a estados de calma. Además, la relajación nos permite trabajar el desapego y el soltar, tanto a nivel físico como mental.
Con el fin de facilitar tu acceso a 5 “Trucos” prácticos y sencillos que te ayudarán con el estrés a ti u otras personas de tu entorno, hemos elaborado una práctica infografía que podrás descargar en el enlace de más abajo.
Ahora… ¡A relajarse!
