Introducción
Las comunidades educativas en general y en particular sus docentes, están sometidos altos niveles de estrés, por lo que si no contaran con estas válvulas de liberación de tensiones de mitad y fin de año (las vacaciones) las consecuencias personales y relacionales aparejadas podrían ser muy dañinas para la convivencia. De ahí la importancia de considerar algunas claves para que estas vacaciones de invierno cumplan con efectividad su función de “recargar las pilas”.
En este artículo presentamos 2 formas de entender las vacaciones: como, simplemente una pausa en un continuo de estrés y sobrecarga física y emocional, recarga que retornará a poco tiempo de reanudar las labores; o por el contrario, las podernos concebir como una oportunidad de bienestar verdadero; para relajarse, ponerse al día consigo mismo y con los seres queridos, cargando las pilas para la inminente vuelta a la vida escolar . Mucho dependerá de cómo las vivimos.
“Simplemente una pausa”
Si bien existe consenso respecto de los beneficios que poseen las vacaciones en cuanto al bienestar físico y emocional que nos genera, (de lo que sin de ser un experto podemos dar cuenta), hay dudas sobre la duración de estos efectos en el tiempo y específicamente respecto de éstos al reanudar la labor educativa.
Una posición que nos podría resultar algo desmotivadora es la que expone el Doctor Christian Jarrett, miembro de la British Psychological Society (BPS), en entrevista con BBC: “…durante la primera semana de haber reanudado el trabajo, la salud y el bienestar habían regresado a niveles prevacacionales”… ¿Cómo? Sí como leyó, según estudios de la BPS, los efectos positivos de las vacaciones no pasarían de la primera semana de vuelta al trabajo.
A pesar de las conclusiones del profesional británico, este mismo agrega:
“…afortunadamente han surgido estudios que ofrecen claves sobre cómo prolongar estos beneficios y evitar su rápida desaparición”
¿Y cuáles son esas claves? Bueno, más adelante las veremos…
Una oportunidad de bienestar verdadero
“Nuestro trabajo demuestra que las pausas, especialmente a mitad y fin de año, son increíblemente importantes ya que dan la oportunidad para recuperar la energía después de las considerables exigencias de nuestro trabajo como educadores” (Paul Flaxman, en www.educacion.norma.com)
Las vacaciones como oportunidad las veremos en relación a 4 distintos ámbitos: mental, emocional, físico y comunitario.
Ámbito Mental
“El descanso es una oportunidad para que el cerebro reafirme los conocimientos adquiridos, trabaje sobre los asuntos sin resolver y asuma una distancia emocional de los problemas.” (www.rinconpsicologia.com)
Tenemos la posibilidad de divagar sobre aquellos asuntos pendientes dejando de lado la función ejecutiva del cerebro, lo que permite resolver creativamente temas pendientes y prepararnos para un afrontamiento constructivo.
- Posibles beneficios
– Estimula a la creatividad
– Genera nuevas ideas
– Nos ayuda a tomar mejores decisiones
– Alivia, o al menos reduce, el estrés
– Incrementa la concentración
Ámbito Emocional
Para Paul Flaxman, Psicólogo investigador de la University of London, las vacaciones son una oportunidad de “restauración de la energía emocional”.
En condiciones normales, es en las vacaciones la época del año en que concurren el mayor número de instancias emocionales positivos, asociadas a los afectos, experiencias y relax; de ahí que efectivamente estas instancias ofrecen la posibilidad de liberarnos de la sensación de agotamiento, renovar nuestras disposiciones y modificar positivamente el tono emocional con que enfrentaremos de vuelta, las obligaciones con la comunidad educativa.
- Posibles beneficios
– Reconecta con nuestras emociones y las de los demás
– Reduce el agotamiento emocional
– Propicia el surgimiento de emociones agradables
Ámbito Físico
En principio, todas las actividades que contribuyan con la reducción del estrés nos reportarán efectos positivos sobre la salud de nuestro cuerpo a nivel; gástrico, alimentario, cardíaco, hormonal, sexual, etc. El hecho de alejarse de las responsabilidades diarias del trabajo y del responder a expectativas variadas y en ocasiones hasta contradictorias, nos concede la oportunidad de hacernos más conscientes de nuestro estado físico y atender a sus necesidades.
- Posibles beneficios
-Tiempo para “hacernos cargo” (de hacer deporte, bajar de peso, caminar, etc.)
-Realizar nuevas actividades y posibilidades para nuestro cuerpo
-Buen Dormir
-Alimentación adecuada
Ámbito comunitario
Desde la perspectiva comunitaria, entendiendo que somos miembros de una comunidad educativa, la concurrencia de estados de ánimo positivos, ligados a felicidad, constituye una oportunidad para dirigir acciones hacia la construcción de climas escolares y emocionales favorables para el aprendizaje y desarrollo humano de quienes conviven en la escuela.
- Posibles beneficios
-Facilitación de conversaciones y acuerdos.
-Propicia las disposiciones para la coordinación de acciones en torno a los desafíos del año.
-Favorecen la construcción de climas emocionales, escolares y/o laborales, satisfactorios.
-Aumenta la productividad individual y de equipos.
Antes de pasar al apartado final, CLAVES, quisiera destacar que -tal vez usted usted notó- en ninguna de los ámbitos de oportunidad que ofrecen las vacaciones se habló de “beneficios” a secas, sino de “posibles beneficios”, esto porque claramente el lograr a uno u otro de éstos estará mediatizado por la forma en que usted decida utilizar el precioso tiempo libre que se avecina.
A continuación exponemos algunas claves que le permitirían obtener de sus vacaciones un mayor, más prolongado y expansivo bienestar.
Claves
- Evite dejar tareas pendientes: planificaciones, informes, confección de guías, todo eso trate de dejarlo terminado en su totalidad, y si no se puede, avanzado al máximo, a fin de evitar la ansiedad asociada a la carga de trabajo que espera a la vuelta.
- Retiro digital: es el momento para olvidarse de mail, office, Paint, etc. de todos los programas que habitualmente se usan en la escuela. Aunque claro está, habrá para quienes no será posible desconectarse totalmente del mail, o redes sociales, ayuda a esto el asignar horarios (un momento en la mañana y otro de tarde por ejemplo) para revisar y dar respuesta tanto al correo como a las redes sociales.
- Rutina de “recuperación”: cambie la rutina, las vacaciones ofrecen la oportunidad de realizar actividades diferentes y gratificantes en lo afectivo, físico y mental. Esto implica desde levantarse más tarde, hacer simples caminatas, visita a amistades o familiares, hasta viajes y otras actividades más sofisticadas. (siempre que hayan sido planificadas y no importen un mayor estrés, obvio)
- Tiempo exclusivo de descanso: sí, asigne tiempo para dedicar con exclusividad al descanso.
- Lectura: un buen libro permite relajarse, acceder a otros puntos de vista, mantener el cerebro en forma, a resolver creativamente problemas, etc.
- Música: reproduzca y/o descargue y escuche su música favorita, música evocativa, música de calidad, etc. En general a la música se asocia la capacidad de reducir el estrés, orientar nuestras emociones hacia estados agradables, ayuda a meditar, mejorar el rendimiento deportivo, conciliar el sueño, etc.
- Familia: ya sea de viaje o en la casa no pierda la oportunidad de “regalonear”, recordar y conversar con sus seres queridos. Esto traerá consigo un impacto positivo en usted y su familia que reforzará sus lazos y actualizará conversaciones.
- Actividad física: aunque siempre es importante, en las vacaciones tenemos la oportunidad de hacerlas un hábito, si no lo hemos hecho antes; asimismo es un buen momento para retomar la consciencia de nuestra respiración, lo cual ofrece innumerables beneficios; entre otros: reducción del estrés, centramiento, equilibrio emocional, etc.
- Reir: aproveche de reírse, es económico y muy beneficioso. En conversaciones entretenidas, con revistas, programas televisivos, películas, etc. Son muchos los beneficios asociados a la risa y al proceso neuropsicofisiológico que se le asocia. Algunos destacados son: moviliza la musculatura, reduce el estrés, aumenta la frecuencia cardíaca, mejora la capacidad respiratoria, fortalece el sistema inmunológico y produce endorfinas, hormonas de la felicidad.
