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¿Cómo promover la participación de los apoderados? – Convivo

¿Cómo promover la participación de los apoderados?

A propósito de varias consultas que nos han realizado y particularmente de un correo que recibimos la semana pasada de una profesora preocupada por el tema, hemos elaborado este artículo, con la expectativa de que resulte de utilidad a quienes comparten esta interrogante ¿cómo hacemos que los apoderados participen y se comprometan más?

La participación y compromiso de los apoderados son siempre un desafío que debe enfrentar la tendencia, más o menos generalizada,  del desinterés y el mínimo esfuerzo; no obstante, dada la importancia que reviste su colaboración para lograr buenos resultados, tanto la sensibilización permanente, la motivación, y promoción de la participación no se puede descuidar.  Eso sí, conscientes de que existiendo situaciones de estudiantes cuyos apoderados están virtualmente “ausentes”,  la labor y el compromiso formativo tampoco puede decaer, sino al contrario se deberá procurar compensar, dentro de las posibilidades, aquellas brechas  resultantes de este escenario adverso.

Como recomendación general  compartimos algunos consejos que, basados en nuestra experiencia, podrían  favorecer la participación:

Primero que todo: tratarlos por su nombre, como los adultos que son…


De un tiempo a esta parte en las Escuelas chilenas, se ha instalado el tratar a los apoderados en base a los diminutivos genéricos de “mamita” o “papito”; si bien esto es posible entenderlo como consecuencia de la búsqueda por dar un trato más afectivo, no dejan de ser diminutivos y muchas veces resultan incómodos, al tiempo que se corre el riesgo de que nuestra cultura escolar incorpore a su vez  un imaginario asociado a su rol igualmente disminuido. Si bien, el sólo hecho de cambiar la forma de dirigirnos a los padres y madres no modificará la totalidad de la cultura de participación, puede contribuir a, desde ahí generar conversaciones y acuerdos entre adultos corresponsables de la formación de los estudiantes.

Diseñe reuniones de apoderados entretenidas y enriquecedoras


Que además de notas e información institucional que podría enviarse impresa a la casa, la reunión contenga actividades que le entreguen valor a los participantes; pueden ser talleres, dinámicas, reflexiones sobre temas de interés presentados de manera pertinente a la cultura local. A ello, sugerimos invertir de 10 a 20 minutos en cada reunión, dependiendo de la carga temática de la misma.

Estructure en detalle sus reuniones de apoderados


Procure que en cada reunión se cumplan los objetivos trazados, estableciendo acuerdos y fechas. También es importante evitar extenderse del horario por lo que deberá dar prioridad a los temas de la tabla, para luego en el punto “varios” dar la posibilidad de extenderse y quedarse a los interesados. Es fundamental conservar el control y la moderación de las discusiones, para lo cual se puede ayudar creando, en conjunto con  los apoderados, un reglamento de reuniones para favorecer la auto y mutuaregulación y evitar así  disrupciones. Por último es fundamental no confiarse del “papelito”, como único medio de avisaje. Convoque con tiempo y use diversos canales (mail, sms, “papelito”, papelógrafo) a fin de reducir las inasistencias a reuniones por falta de conocimiento.

Promueva liderazgos democráticos


En los microcentros se suele recargar de tareas de a los directivos; incentive en su grupo de apoderados,  la delegación de tareas y la formación de comisiones. Promueva la comprensión de los dirigentes como representantes de los intereses de los apoderados, no como empleados del resto. Esto derivará en mayor identificación con el microcentro y con la escuela a su vez.

Destaque logros de los alumnos y cite para comunicarlos


En general se llama a los apoderados ante situaciones de conflicto o bajo rendimiento, no obstante quienes se ven involucrados en conflicto o tienen bajas calificaciones también tienen cualidades positivas que destacar. Dese el tiempo de citar a apoderados para contarles de los logros de sus hijos, sobre cómo mantener e incrementarlos. Las citaciones periódicas para quejarse sobre los alumnos muchas veces termina alejando a los apoderados. Esta acción implica además mirar a los alumnos desde una perspectiva positiva que favorecerá su desempeño y relaciones.

Talleres de Parentalidad positiva


Gestione y colabore en la realización de talleres de parentalidad positiva; si se puede con recursos humanos internos (docente; psicólogo, trabajador social, etc), en formatos entretenidos que den deseos de quedarse hasta el final y volver cuando nuevamente se impartan. Es este ámbito son muy variadas las competencias parentales que  pueden y deben ser desarrolladas, por tanto  deberán ajustarse a las necesidades particulares de los apoderados y considerando su opinión.

 

Propicie instancias de participación parental en la gestión de la escuela.


Los apoderados pueden y deben contribuir mucho más allá de lo económico, a través de iniciativas diversas en que la escuela abra espacios a la participación de los apoderados en la definición de metas institucionales, sellos, valores predominantes, normas de convivencia y proyectos, cuando corresponda.  Si bien no es sencillo hacerse cargo de este proceso de empoderamiento, ya que requiere fomentar una cultura cívica y de participación respetuosa e informada; es necesario realizarlo si lo que se busca es mayor identificación y compromiso tanto de los apoderado y su colaboración con las necesidades de sus hijos como con las de la escuela en general.

 

Elabore un calendario de actividades recreativas


El cual deba ser implementado en colaboración con los apoderados y con responsabilidades compartidas en todo el proceso de ejecución. La idea es favorecer el fortalecimiento de la confianza y afectos, en tanto condición fundamental para realizar un buen trabajo coordinados en favor de los estudiantes.

 

Fundamental: Cite con tiempo y en horarios que faciliten la participación


Aunque ya habíamos insinuado algo más arriba… en este aspecto es mejor que sobre a qué falte.

Por una parte es fundamental citar con tiempo, sobre todo cuando se trata de actividades extraprogramáticas como: talleres, reuniones, convivencias, actividades deportivas, etc. Menos de 5 días de anticipación podría derivar en la imposibilidad de muchos para adecuar su agenda, por lo que recomendamos que el tiempo de antelación con que se convoque siempre sea mayor a 5 días. Ahora, cuando se trate de actividades  constitutivas de algún plan de gestión y  han sido planificadas -y eventualmente avisadas- con una antelación mayor a este plazo, será necesario siempre recordar a los convocados con alrededor de 5 a 7 días antes, y por diversos medios, a fin de asegurarnos de su concurrencia.

Por otra parte, no podemos concluir que los apoderados no participan cuando la hora o el día en que se les convoca resulta poco conveniente. Si bien normalmente serán convocados en días laborales, será mucho más probable que asistan cuando se les cita a la hora de finalización de su jornada de trabajo que cuando son citados a horarios intermedios, que dificultan, tanto la consecución de permisos y muchas veces hacen inviables retomar las actividades laborales. En este sentido, se hace menos complicado establecer un horario cuando se piensa como apoderado (rol que la mayoría de los profesores y asistentes de la educación también deben cumplir con sus hijos) y se considera en los horarios que para sí mismo/a resultarían más facilitadores.


 

En definitiva, promover la participación de los apoderados implicará siempre una revalorización del rol de éstos en educación y una transmisión efectiva a ellos de este valor, pero no sólo a modo de reconocimiento verbal –que la mayoría de las escuelas realizan- sino un reconocimiento que se traduzca en acciones institucionales que den cuenta de ello, siempre en el entendido, de que el despliegue de energías que desde la escuela, colegio o liceo se invierta en  abordar con seriedad el desafío de la participación,  se verá recompensado con un mayor compromiso, colaboración parental y mejores resultados educativos.


Adicionalmente compartimos los enlaces a algunos textos que podrían resultarle de utilidad en la tarea de promover la participación de apoderados.

Equipo Convivo 2017

Acercando las familias a la escuela (UNICEF, 2009)

Política de participación de padres, madres y apoderados en el sistema educativo. (MINEDUC; 2002)

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