Opciones para la organización del mobiliario en la sala de clases
La distribución senatorial de la sala de clases es adecuada para la realización de actividades basadas en el debate y la discusión de ideas. La proximidad de los escritorios invita al intercambio, la interacción y permite a todos/as centrarse en la temática y prestar atención al moderador/a, que puede ser el/la docente o un par.
La distribución independiente también llamada “tradicional”, donde los estudiantes espacialmente centran su atención en el profesor. Este diseño del espacio permite a los/as estudiantes trabajar independientemente en sus cuadernos, concentrarse en la lectura o trabajar independientemente en ordenadores portátiles o tablets. El espacio para el movimiento invita a un trabajo autodirigido y mientras los/as estudiantes están trabajando, el profesor/a puede circular libremente, incluso mover un pequeño taburete de un escritorio a otro si así lo desea. Este formato también permite la evaluación individual.
El estilo congreso ofrece los beneficios de coloquio y de compartir. Los comentarios sobre libros y talleres de escritura son compatibles con este formato. El profesor se sienta en una silla en el mismo estatus que los estudiantes. Nadie es designado como el “líder”. Sesiones socráticas, ensayos de colaboración e intercambios personales son ideales para el congreso.
Los grupos cooperativos, obviamente ofrecen muchos beneficios. Los estudiantes enseñan unos a otros y resuelven problemas en colaboración. El profesor puede sentarse con cualquier grupo que necesite una atención especial. La variedad en los integrantes, por lo tanto, es esencial en la creación de grupos, grupos que probablemente camben en función de la actividad del día.
Las parejas son útiles cuando los estudiantes comparten un ordenador portátil, material manipulable de ciencias u otras materias, o están analizando un texto en conjunto. Puede suceder que, si tiene un número impar de estudiantes, el emparejamiento no siempre es perfecto. Pero la distribución por parejas es a menudo óptima para el examen de información primaria, la manipulación de objetos, o la creación de proyectos.
El formato de compañeros no es el mismo que el diseño por parejas. Aquí, los estudiantes están de frente entre sí, lo que hace hincapié en la interacción cara a cara. Una vez más, el profesor puede pasar de un grupo a otro, mientras los estudiantes trabajan como comparando respuestas, discutiendo un tema, ensayando un diálogo o intercambiando opiniones.
En el debate, los equipos necesitan una separación física para planificar sus estrategias. También necesitan líneas de visión claras con el equipo contrario. El/la docente tiene un papel secundario, así que un estudiante serviría preferiblemente como moderador en la mesa. La pizarra interactiva es útil para registrar los puntos clave o para mantener el tiempo.
A menudo, nuestras mejores clases tienen lugar cuando los estudiantes no toman una sola “nota”. En estos casos, ni siquiera necesitan mesas. La distribución de teatro les permite sentarse en las sillas cerca, sin una división artificial. Las mesas se colocan contra las paredes. El profesor se convierte en un espectador, mientras el grupo ve una película, se turna en la pizarra interactiva, interactúa con herramientas de la web 2.0, o aprecia la presentación oral de un compañero.
Las simulaciones convierten a los alumnos en jugadores de rol, y el aula imita contextos del mundo real. Nosotros recreamos anualmente un simulacro de juicio penal en séptimo curso, por lo que este sistema cuenta con un estrado para los testigos, la mesa de un juez, el podio de un abogado, y las sillas para el Consejo. Las mesas están otra vez contra las paredes. Otra clase de juegos de rol puede ser las votaciones del Congreso, un noticiario, un castillo medieval o un campamento fronterizo.
Fuente externa: Blog Crecer feliz