Nuestra normativa ministerial, en consonancia con las nuevas orientaciones educativas emanadas de la ley de inclusión, demanda hoy día de reglamentos de convivencia basados en la confianza, la inclusión, democracia y con sentido pedagógico para promover dichos valores.
Los Reglamentos de Convivencia no son sólo un pliego de reglas sobre las que hay que vigilar y su cumplimiento y castigar su transgresión; sino son “instrumentos vivos” (UNICEF; 2018), dispositivos educativo-comunitarios, destinados a “favorecer el aprendizaje de formas respetuosas de convivir entre personas (…) la construcción de relaciones que promuevan una cultura democrática e inclusiva y la generación de climas propicios para de aprendizaje y la participación…” MINEDUC, 2016
Sobre los reglamentos o manuales de convivencia resaltar que, si bien, tanto su carácter formativo, como democrático e inclusivo son factibles de comseguir revisando orientaciones ministeriales y/o técnicos pedagógicas disponibles y ayudados con un buen diseño y redacción; el verdadero valor y potencial del manual de convivencia, sólo aparece cuando tomamos consciencia de que es la “vida misma” la que se modela a través de lo que preceptuamos en él, la manera en como vemos al otro, como nos vinculamos y aprendemos de la diversidad, la forma en que relacionarnos en la escuela, las de resolver diferencias, la forma en como expresamos nuestras emociones, etc.
Entonces…
¿Qué duda puede caber de la necesidad de que la comunidad en su conjunto, en igualdad de condiciones, tenga que involucrarse en su elaboración y actualización para verse reflejada en él y sus metas?
¿Qué duda puede entonces haber de que la manera en que abordamos las faltas debe orientarse a la reflexión y comprensión, por parte de quien la comete, a fin de que las evite, no por miedo, sino por las implicancias que tiene para sí y su comunidad?
¿Quién podría dudar de que, si decimos que la educación es capaz de mejorar el mundo, debamos dar prioridad a la educación para aprender a vivir – bien- juntos, en colaboración y armonía?
Con el fin de ayudarle con su reglamento, hemos elaborado una infografía que contiene los criterios básicos para revisar, actualizar y/o elaborar un manual de convivencia, y que ojalá le allane el camino hacia el tipo de convivencia que su comunidad educativa busca, al tiempo que esté en concordancia tanto con las nuevas exigencias emanadas de la ley de inclusión y todos los demás cuerpos normativos vinculados con la convivencia.
infografía criterios básicos para revisar reglamentos de convivencia
Documentos utilizados:
- Orientaciones MINEDUC 2011
- Orientaciones MINEDUC 2016
- Estudio de Reglamentos Escolares, UNICEF 2008 (excelente, lo recomiendo)